14 enero 2015

AÑO II - 33º SEMANA LITEL PIPOL

El martes pasado, 6 de enero, mis hijos tuvieron la mañana más mágica del año, como casi todos los niños españoles, por desgracia no todos pueden hacerlo.
Se despertaron muy tarde, alrededor de las 11 de la mañana, y nos despertaron a nosotros para que les acompañásemos.
Como ya viene siendo tradición en casa, los reyes magos siempre nos cierran la puerta del comedor, me dejan montado el trípode con el flash y el paraguas dentro y las cámaras en la cocina. Son super detallistas. Nosotros lo único que tenemos que hacer es frenar a los peques para que nos dé tiempo a encenderlas (papá la de vídeo y yo la de fotos).

De ese momento que os hablo sale la primera foto que os muestro y la elegida para Litel Pipol. Me parece un momento fastástico, lleno de emoción e ilusión. Donde los sueños están a punto de hacerse realidad.



A la orden de YA, la puerta fue casi atravesada. Y la velocidad de llegar a ellos se hizo en tiempo record. Ahora sólo quedaba una cosa, saber cuales eran los suyos, y de eso se encargó Pablo.






Álvaro estaba más pendiente de lo que su hermano tenía que de lo suyo. 


Se emocionaba y gritaba al son de Pablo. Y es que para él ha sido su primer día de reyes vividos con pasión y con sentido.






Le encantó descubrir el regalito que le habían dejado en los zapatos y se dedicó a quitarle el papel a todos los caramelos que había dentro. Cada uno hace con su regalo lo que quiere, y él lo hizo.


Tras desembalarlo todo, el siguiente paso fue jugar y disfrutar en familia.


Ahora sólo nos queda esperar 357 días para que vuelvan a vivir estos momentos nuevamente. 


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