Momentos tan normales en la vida de un niño, como es el de jugar en un parque, puede convertirse en una sesión divertida que quedarán en nuestro albúm familiar para siempre. Consdiero un verdadero lujo guardar estos momentos de mis hijos, instantes tan cotidianos que acaban pasando desapercibidos y que con los años desaparecen.
Sólo os pongo en antecedentes y después os muestro las fotografias. Álvaro acababa de subir por primera vez a este aparato que no sé como se llama, pero que da vueltas cuando es empujado por otro. Tuvimos que ir turnándonos para moverlo, porque acabábamos mareados mientras él no paraba de sonreir.
Como resumen de esta tarde, dejo en el album de Litel Pipol la siguiente fotografía:
Y para terminar el post, una nueva opción de juego sin cambiar de atracción.
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